Una crisis ecológica allanará al país tras reformas a la Ley de Residuos Sólidos. Esta implementación que entrará en vigor este próximo 2020, cuya iniciativa fue presentada por la diputada local del PVEM, Alessandra Rojo de la Vega y remitida a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; tendrá un efecto abrasador para el medio ambiente, atentando contra el reciclaje de 267,545 toneladas anuales de plástico.
Bolsas compostables, una idea no tan buena.
Residuos de polietileno antes utilizados como materias primas, terminarán en vertederos, barrancas, ríos y mares tras la clausura de cientos de empresas destinadas al reciclado plástico. No obstante, un mayor aumento del calentamiento global se avecina, puesto que dicha Ley impone el uso de plásticos compostables, los cuales en su proceso de producción emiten más gases de efecto invernadero.
La pregunta yace en lo siguiente: ¿por qué sustituir los plásticos actuales que poseen como mínimo un 50% de material reciclado, 25% de carbonato de calcio (un biodegradable natural) y el resto de material virgen, por otros que terminan por afectar aún más al planeta?
Educación social, una propuesta marginada.
El problema de raíz no se ve solucionado en esta reforma, la educación social no está siendo una prioridad; sólo, se le está facilitando más al ciudadano el desprenderse de la responsabilidad de separar sus residuos.
En el imaginario colectivo, si algo es compostable es sinónimo de que con tal que caiga al suelo todo estará bien, y eso, representará más aumento de desechos, menos reciclaje, más rellenos sanitarios llegando a su límite en capacidad y una sociedad que seguirá tirando basura porque existe una ‘solución mágica’ que se encargará del problema. Todo para que al final, en 30 años cuando no exista una solución, se den cuenta que este tipo de bolsas no se han desintegrado.
Estimada Dr. Claudia Sheinbaum y Lic. Alessandra Rojo de la Vega, sabemos que el enfoque de esta medida es la Economía Circular, pero tiene que saber que una de las bases de este sistema no es la prohibición, sino una sostenibilidad en los procesos. Esta regulación hará el camino limitado y generará la desaparición de una industria que recicla y obtiene su materia prima de los desechos de otras.
Una crisis ecológica allanará al país y queremos evitarlo. Sumemos y no dividamos, hagamos juntos el cambio.